Lupus
¿Qué es?
El lupus eritematoso sistémico (LES) es el tipo más común de lupus.
El lupus se encuadra dentro de las enfermedades autoinmunes. El sistema inmunológico del cuerpo normalmente produce proteínas llamadas anticuerpos para proteger al organismo de virus, bacterias y otras sustancias extrañas denominadas antígenos. En una enfermedad autoinmune como el lupus, el sistema inmunológico se “confunde” y no diferencia entre las partículas extrañas (antígenos) y las propias células o tejidos, y produce anticuerpos en contra de “sí mismo”. A estos anticuerpos se les llama “autoanticuerpos” y son los responsables de la enfermedad.
Síntomas y desarrollo
El lupus eritematoso sistémico (LES) es además, como su nombre indica, una enfermedad sistémica. Esto quiere decir que puede afectar a muchos órganos: piel, articulaciones, riñones, corazón, pulmones, etc., pero la mitad de los pacientes con lupus tienen afectación casi exclusiva de la piel y las articulaciones. Así, la enfermedad frecuentemente exhibe –en la nariz y las mejillas– un eritema con forma de alas de mariposa.
Se trata de una enfermedad crónica, en la que la afectación orgánica persiste durante un largo periodo de tiempo e incluso toda la vida, pero no siempre se tienen síntomas, ya que por lo general cursa por brotes (periodos de actividad de la enfermedad), mientras que otros periodos son de inactividad o remisión.
Prevalencia
Afecta principalmente a mujeres. Cada persona tiene un patrón diferente de la enfermedad, lo que en ocasiones dificulta el diagnóstico. Esta patología se puede presentar a cualquier edad, pero lo más frecuente es que se inicie en la juventud, por lo cual el diagnóstico precoz es sumamente importante.
El estudio EPISER sobre prevalencia e impacto de las enfermedades reumáticas, realizado por la Sociedad Española de Reumatología (SER), evidencia una prevalencia de unos 10 casos de lupus por 100.000 habitantes.
Diagnóstico
El diagnóstico del lupus, se basa en tres aspectos fundamentales: los síntomas que cuenta el paciente; el examen físico del enfermo y los análisis de sangre y orina.
En los análisis de sangre y orina, el paciente con lupus eritematoso sistémico puede presentar algunas anomalías que hacen sospechar la enfermedad. Así, es frecuente que tengan el número de leucocitos, linfocitos y plaquetas más bajo de lo normal. Por otro lado, si hay inflamación renal el examen de la orina detectará esta alteración. Pero las pruebas más importantes serán las que detectan la producción de lo que antes hemos llamado autoanticuerpos, y concretamente de los anticuerpos antinucleares (ANA).
Tratamiento
El abordaje del tratamiento está basado en las necesidades específicas y los síntomas de cada paciente. Dado que las características del lupus eritematoso sistémico pueden variar de forma significativa entre diferentes individuos, es importante hacer hincapié en la importancia de los controles médicos en Reumatología, cuya frecuencia dependerá de la situación clínica.
La dieta debe ser equilibrada con alimentos con bajo contenido en grasa, sal y azúcar y alto contenido de fibra. Las personas que están tomando corticoides deben limitar el consumo de azúcar, grasa y sal. Si hay afectación renal o hipertensión arterial hay que evitar los alimentos salados.
Es aconsejable realizar actividad física de forma habitual, como caminar, nadar o montar en bicicleta, para prevenir la debilidad muscular. También hay que aprender a alternar las actividades habituales con periodos de descanso, para controlar la fatiga.
Para saber más sobre el dolor, puedes entrar en este enlace.
Recursos