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NUEVA REVISTA

ALIMENTACIÓN Y ARTRITIS REUMATOIDE

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad sistémica inflamatoria (puede afectar a cualquier parte del cuerpo u órgano) que afecta predominantemente a las articulaciones diartrodiales preferentemente de las manos y de los pies de forma simétrica.

El tratamiento farmacológico de la AR lo prescribirá tu reumatóloga/o y se basa en administrar fármacos adecuados para el dolor, la inflamación y/o Fármacos antirreumáticos modificadores de enfermedad (FAME) como los biológicos.

Además, hay que hacer hincapié en otras medidas No farmacológicas para ayudar a controlar la enfermedad como:

  • Favorecer una buena composición corporal: evitar el sobrepeso/obesidad y aumentar la masa muscular
  • Favorecer la salud de tus huesos
  • Disminuir/ no aumentar el riesgo cardiovascular
  • Tratamiento de otras patologías asociadas como hipertensión, diabetes, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, osteoporosis

La inflamación sistémica que provoca la Artritis también puede afectar al sistema digestivo. Se puede producir una permeabilidad intestinal, y esto hace que se produzca una alteración de la absorción de nutrientes con lo que los pacientes pueden presentar: dispepsia, dolor abdominal, hinchazón abdominal, meteorismo, ruidos intestinales, diarrea/estreñimiento.  Es importante poder individualizar las pautas de alimentación en cada situación y aplicar diferentes estrategias nutricionales específicas para cada momento de la enfermedad (BROTES).

Pero…¿Cómo tiene que ser la alimentación?

Haz una alimentación MEDITERRÁNEA equilibrada predominando diariamente las frutas, las verduras, los cereales integrales, las legumbres, los frutos secos y el aceite de oliva. Disminuye la cantidad de carne a la semana y si sueles consumir lácteos, no te pases de las 2-3 raciones al día. Elige alimentos frescos y poco procesados.

Además, incluye 3-5gr de omega 3 en tu dieta diaria ya que te ayudarán a controlar los marcadores de la inflamación y del dolor. ¿Cómo?

  • Con pescados azules (preferiblemente de pequeño tamaño: sardinas, boquerón, caballa, trucha, salmonete),
  • un puñado de nueces al día,
  • semillas de lino o de chia trituradas.

Se puede valorar la SUPLEMENTACIÓN de omega 3 teniendo en cuenta la medicación del paciente, alergias e ingesta alimentaria del mismo, y los posibles beneficios.

Elimina de tu dieta los alimentos PROINFLAMATORIOS como:

  • La bollería
  • Los refrescos
  • Los alimentos ultraprocesados
  • El exceso de carne roja y los derivados cárnicos.

También podría beneficiarte añadir a tus platos cúrcuma con pimienta negra y jengibre.

 

Tania González Penadés

Dietista-Nutricionista, colegiada Nº CAT001452

Dietista y Nutricionista de Reu+

Consulta los detalles del servicio de Nutrición en este enlace.